Exámenes oculares
Los exámenes oculares periódicos o de rutina son una parte importante de la atención y prevención. Muchos de los problemas oculares y visuales no presentan signos o síntomas evidentes, por lo que no podrían detectarse a tiempo. El diagnóstico y tratamiento de enfermedades oculares en su etapa inicial puede ayudar a prevenir la pérdida de visión.
Un examen completo incluye:
mediciones de agudeza visual para evaluar la claridad con que cada ojo está viendo.
Exámenes preliminares
pueden incluir evaluaciones de percepción de la profundidad, la visión del color, movimientos musculares del ojo, la visión periférica o lateral, y la forma en que sus pupilas responden a la luz.
Queratometría es una prueba que mide la curvatura de la córnea (la superficie externa y transparente del ojo) Esta medición es particularmente crítica en la determinación del ajuste apropiado para los lentes de contacto.
La refracción determina la potencia de los lentes que necesita para compensar cualquier error de refracción (miopía, hipermetropía o astigmatismo).
Esta prueba se puede hacer sin gotas para determinar cómo responden los ojos en condiciones normales de visibilidad. Sin embargo, un optometrista utilizará gotas para dilatar las pupilas con los pacientes que no puedan responder verbalmente o cuando algunos problemas de enfoque no permiten dar un resultado exacto.
Evaluación de la salud de los ojos Este es un examen detallado de la parte anterior y posterior del ojo. La dilatación se utiliza para examinar la retina (el revestimiento interior del ojo)
pruebas suplementarias o adicionales puede ser necesarias en base a los resultados de los exámenes anteriores para confirmar o descartar posibles problemas, para aclarar los resultados inciertos, o para proporcionar una evaluación más detallada . Ir a «Tecnología» para más detalles